viernes, 25 de octubre de 2013

Valparaíso de mi amors

Valparaíso es como onda me gusta, pero me asusta. Osea, no me asusta, si no que no me gusta tanto. Es lindo, colorido, la gente es buena onda y alegre, pero es hediondito, y un poquitín cansador.

Hoy por una cuestión del colegio tuve que ir y creo que me hizo bien respirar otros aires, le agradezco a Jebús que donde fuimos no estaba impregnado ese olor a terminal pesquero terrible, era piola, pero me dio lata que el día estuviese abochornado, odio esa hueá de frio-calor que enrealidad es re típico de la city.

Fui a un museo que la verdad era medio fomeque, y después al cerro cárcel creo que se llamaba, fome también. Lo más bacán de todo fue que me subí a un barco-bote (no sé lo que era) y se sintió raro porque fui como feliz pero luego me dieron ganas de vomitar y me tuve que bajars.

Me dio lata, porque es como ideal que cuando uno va a la playa se coma un pescadito, alguna cosita del mar, pero terminé comiendo en el Subway, ojo, no es que no me guste el sabwei, es más me fascina, pero igual me quedé con las ganas de comer fish.

Puta, estoy como enrrabiá. No tengo ganas de seguir escribiendo y no sé porque chucha, de repente tengo cambios brígidos de humor y este es un gran ejemplo.

Ah, aunque este como enojá y con toda la hueá, no puedo no recalcar que en Valpo hay los medios wachones. Es que la dura, ¿Que les dan de comer en la casa? además todos son como de una onda shuer playerams y naturals. Papurris.

Saqué varias fotos pero me da paja editarlas así que les dejo unas poquis, adiós.







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